Mérida, Yucatán, 23 de marzo de 2024 – La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) Yucatán ha marcado un hito significativo en la búsqueda de la igualdad de género al firmar la Agenda Sustantiva de Género en la Industria de la Construcción.
La firma establece una serie de acuerdos fundamentales que se comprometen a promover la educación y el desarrollo profesional de las mujeres a través de programas de capacitación, participación ciudadana y la formación de líderes de opinión.
Asimismo, se busca comprometer a los dueños y directivos para la realización de campañas en favor de la igualdad de género, impulsar la capacitación y el desarrollo del talento femenino, y fomentar mentalidades y aptitudes incluyentes en todos los niveles de la industria.
Lo anterior es un compromiso de la Cámara, pues actualmente, únicamente entre el 9 y el 13% de los trabajadores de este sector son mujeres, por lo que es imperante el desarrollo de estrategias integrales que permitan su inclusión, enfatizó Wendy Sosa Patrón, Vicepresidenta de Infraestructura Educativa.
“Las mujeres contribuyen al 37% del Producto Interno Bruto mundial. Si la participación fuese equitativa, este podría incrementar en un 26% para el 2025”, aseguró la empresaria.
Actualmente, el Comité Directivo de la CMIC Yucatán está conformado por el mayor número de mujeres al frente de diferentes direcciones, siendo el 21% de esta fuerza, sin embargo, se continuará trabajando para que se logre una verdadera equidad sustantiva.
“Las mujeres representan solo una fracción de la fuerza laboral en la construcción no se debe a una falta de habilidades o interés, sino a un sistema que ha marginado a las mujeres a ciertos campos laborales. Debemos trabajar juntos para crear un entorno inclusivo donde todas las personas tengan igualdad de oportunidades para ingresar, crecer y sobresalir en la industria”, expresó el Presidente de la CMIC, Raúl Monforte González.
En su turno, la exgobernadora de Yucatán, Dulce María Sauri, quien fue invitada de honor en este encuentro, enfatizó que uno de los principales retos para que las mujeres puedan disfrutar de una verdadera inclusión y acceso al estado de derecho, es la suma de fuerzas, no solo entre ambos géneros, sino con las autoridades, de todos los niveles de gobierno.
“Les voy a poner lo que a mi juicio es el obstáculo para la incorporación de las mujeres y tiene que ver con el cuidado; ese 56 % que supuestamente no trabaja para los censos, son las mujeres que se dedican al cuidado de las primeras infancias, de las personas adultas mayores o con discapacidad, del hogar en general, por ello, yo estoy convencida que esa responsabilidad, que es indispensable para las familias y sociedad tiene que ser compartida entre el estado y la sociedad, no solo entre las mujeres y los hombres”, refirió la exgobernadora.
Igualmente, la expresidenta municipal de Mérida, Ana Rosa Payán, señaló que “Se trata de dignificar el trabajo de la mujer y del hombre, de respetarnos mutuamente. Que las mujeres no solo tengan un 50% de participación por paridad, sino por qué no permitir que las mujeres ocupemos el 80% si hay la capacidad”.
Este encuentro fue el escenario ideal para entregar el reconocimiento “Mujer Pionera de la Construcción” a la ingeniera Silvia Sánchez, por su invaluable labor y aportación en el sector, así como para abrir el camino para que nuevas generaciones de mujeres formen parte de la industria.
“Esta Cámara me ha brindado oportunidades de crecimiento y desarrollo profesional. Las mujeres tenemos mucho más aún por aportar y construir y estoy segura de que lo haremos”, enfatizó la galardonada.
Entre los compromisos adquiridos en la Agenda Sustantiva de Género en la Industria de la Construcción destacan:
Promover el trato equitativo y justo en el área de trabajo sin distinción de género.
Implementar soluciones para romper con el techo de cristal, brindando oportunidades de crecimiento laboral de manera justa e indiscriminada.
Sumar a empresarios y trabajadores en la promoción activa de la participación de las mujeres en la toma de decisiones en los espacios laborales.
Construir redes y mecanismos de apoyo individual y colectivo.
Desarrollar la capacidad de escuchar y observar para crear mejores líderes sociales.
Trabajar desde la transformación personal para contribuir a la transformación colectiva y reducir la brecha de desigualdad de género.