Sólo durante los primeros cuatro años de la última década, el PIB del sector de la construcción ejerció un efecto de tracción respecto del PIB general, al crecer más rápidamente, lo que cambió a partir del 2009.
El gobierno federal y el sector privado relacionado con la construcción alistan un documento prospectivo que le permita a esta actividad convertirse nuevamente en el motor de la economía del país, que en los últimos 10 años sólo pudo hacerlo en la primera mitad, aseguró Gustavo Arballo.
En entrevista, el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) explicó que, luego de dos meses, a finales de abril, concluyó la primera etapa de unas mesas de trabajo en las que participaron, entre otros, la Cámara Nacional de Empresas de Consultoría y el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas.
Revisión de las leyes de Obras Públicas y Servicios Relacionados con las Mismas, de Asociaciones Público Privadas (y sus reglamentos), derechos de vía, financiamiento, incorporación de las mejores prácticas internacionales y asuntos ambientales son algunos de los temas que se analizan para lograr una “industria más ágil”.
Se estima que el documento final, integrado por PwC, sea público durante el último trimestre del año.
Entre las primeras recomendaciones que se han hecho está la creación de un órgano desconcentrado que se encargue del desarrollo de la infraestructura, el cual podría ocuparse de realizar licitaciones y afinar los procesos de participación público privada.
“Estamos viendo que nuestra industria ya no ha dado ese fuerte jalón de antes que generaba empleo. ¿Serán los bajos números de crecimiento del PIB?, ¿será que nos falta más inversión? Creo que deberíamos estar creciendo por lo menos a 4% (el año pasado aumentó 2.5%), y tenemos que trabajar juntos para ello”, comentó Arballo. Como consigna, las partes apuestan por que el gobierno sea un facilitador y no un inhibidor en el desarrollo de infraestructura, a pesar de los ajustes presupuestales que se han implementado los últimos dos años.
El líder empresarial recordó que la Auditoría Superior de la Federación determinó que han registrado incrementos en costos y tiempo de ejecución en algunas obras, por no contar con proyectos ejecutivos completos ni permisos resueltos, por no pagar anticipos o por modificaciones de los proyectos, lo cual no debe repetirse.
El turismo que impulsa
Durante enero y febrero pasados, el PIB de la construcción mostró signos positivos: creció 3.7%, luego de que los dos meses previos mostraron cifras negativas que terminaron con una racha de 17 meses con incrementos, provocando que al cierre del 2015 se lograra un alza de 2.5%, menor a lo previsto.
En estos resultados, la construcción del sector privado (centros comerciales, vivienda, hospitales) ha compensado la afectación por la baja en obra pública.
Sin embargo, el presidente de la CMIC prevé que el dato de marzo será negativo, como resultado del ajuste presupuestal anunciado a finales de febrero.
¿Preocupa a los constructores lo que ocurre?
Sí, claro, pero no es ninguna sorpresa. Estamos viendo que las condiciones están para esto, pero no se trata de aceptar así, porque sí, tenemos que trabajar para mejorar las cosas.
¿Qué están haciendo como cámara para reactivarse?
Buscamos que se generen cosas que ahora no están: apoyos financieros; que se implementen cadenas productivas, esquemas de factoraje, créditos en mejores condiciones, que hoy son complicados porque la banca privada le vende al sector alto riesgo.
Ha bajado la obra pública, pero en algunos casos hay crecimientos en el sector
Sí, lo que viene a generar estos números es la inversión privada. Hay proyectos interesantes, sobre todo en el sector vivienda, que es un buen jalón y es indicativo, pero también estamos viendo proyectos de construcción hotelera. Hay una fuerte apuesta al turismo y al consumo. Vemos desarrollos de hoteles en Nuevo León, Jalisco, Querétaro, San Luis Potosí. En el pasado Tianguis Turístico tuvimos la oportunidad de escuchar grandes proyectos al respecto.
fuente: eleconomista.com.mx