Los riesgos laborales en el sector de la construcción son muy altos, por lo que el trabajador debe recurrir a una cantidad de medios para cuidar su seguridad tales como cascos, arneses, botas de seguridad, entre otros. Sin embargo, no siempre es suficiente para evitarlos.
Una empresa catalana -con el apoyo de la red internacional Europe Enterprise Network-, creó el casco NGD-one capaz de medir parámetros determinantes como el estrés térmico, la altura a la que se encuentra la persona o los impactos y caídas que podría sufrir con el objetivo de mejorar la seguridad del trabajador cuando se encuentra en obra.
Esto se logra a través de unos sensores –de proximidad, acelerómetro o barómetro- ubicados en el propio casco. Estos usan una tecnología denominada Narrowband-IoT, es decir, que utiliza un canal de transmisión de entre 20 y 25 kHz en el que hay menos ruido e interferencia y la conexión goza de una mejor sensibilidad y rango, lo que permite al dispositivo recoger los datos y enviarlos directamente a una plataforma digital a la que tiene acceso desde su celular o computadora el responsable de riesgos laborales de la empresa.
Este dispositivo no sólo es una herramienta que aumenta la seguridad, también facilita el trabajo a los responsables en esta área ya que cuenta con un registro de trabajadores que se localizan simultáneamente en una zona. Esta función se actualiza cada hora para saber la cantidad exacta de trabajadores activos.
Además cuenta con una alarma que se activa pulsando un botón en caso de que alguien sufra un accidente. Esta a su vez, envía automáticamente los datos en tiempo real a través de una conexión GPS.
Todas estas funciones ayudarán a reducir los tiempos de reacción al momento de una emergencia y para tomar medidas que puedan prevenir futuros accidentes. Además, este dispositivo fue especialmente diseñado para que no interfiriera en la rutina diaria de los trabajadores.
Esta tecnología se puede aplicar a cualquier sector industrial donde el trabajador requiere el uso del caso, como empresas de construcción, minería, marina o centrales petroleras, entre otras.
CASO MÉXICO
Por su parte en nuestro país, una empresa orientada a la seguridad industrial, desarrolló un casco inteligente que ayudaría a prevenir explosiones en el área de trabajo.
Este, igual está está equipado con sensores de geolocalización y mide temperatura, presencia de gases, iluminación y ruido.
De la misma manera, recopila datos que permiten a los encargados conocer en tiempo real las condiciones de seguirdad en el espacio de trabajo.
Además, la plataforma crea mapas de las zonas más inseguras y propuestas para mitigar los riesgos. La aplicación puede recopilar información de otros dispositivos, como pulseras o chalecos inteligentes.
Esta tecnología ya ha sido implementada en empresas como Cemex, embotelladora Arca y Grupo Modelo y se encuentra disponible para su comercialización.