Una de las cosas que nos proponemos frecuentemente para mejorar nuestra salud es dejar de fumar. Para esto, existen muchas maneras y recursos que nos ayudan a lograrlo. Está de más decir que en la mayoría de las ocasiones, es necesario contar con el apoyo de quienes nos rodean.
En muchas ocasiones, quienes han logrado con éxito dejar de fumar, durante su proceso, recayeron al menos una vez. Dejar de hacerlo, es difícil, pero cualquiera puede lograrlo. Antes de iniciar el proceso, es importante aprender a reconocer los síntomas de la abstinencia:
- Un intenso deseo de nicotina
- Ansiedad, tensión, inquietud, frustración o impaciencia
- Dificultad para concentrarse
- Somnolencia o problemas para dormir
- Dolores de cabeza
- Incremento del apetito y aumento de peso
- Irritabilidad o depresión
Una vez identificados, es importante fijar una fecha para comenzar. Antes de esa, una buena opción es comenzar a reducir el consumo del cigarro y encontrar actividades distractoras que eviten su consumo tales como actividades físicas o ejercicio.
En algunos casos, muchos fumadores dejan el hábito de repente y por completo sin necesidad de medicinas o reemplazos de nicotina. De no ser el caso, se recomienda que los fumadores recurran a especialistas médicos que les proporcionen los medicamentos adecuados o terapias de reemplazo de nicotina, así como a apoyo psicológico.
Algunos métodos han sido probados científicamente para demostrar su efectividad al momento de dejar de fumar. Si este es tu caso, aquí te presentamos los que mejor resultado han dado:
Incentivos económicos: Un estudio publicado en el New England Journal of Medicine basado en un programa al que se sometieron 2,500 personas demostró que quienes recibieron un incentivo económico por abandonar el cigarro, tuvieron éxito al menos 12 meses después del inicio de la prueba. Como apoyo se les brindó consejería gratuita y reemplazo de nicotina, lo que logró que el estudio tuviera un 52.3% de efectividad.
Abandonarlo en pareja: Según un estudio publicado en la revista JAMA Internal Medicine, poco más de la mitad de las personas involucradas lograron dejar el hábito junto con su pareja y un porcentaje un poco menor logró alejarse completamente del consumo de nicotina aún si su pareja continuara fumando.
Terapias para reemplazar la nicotina: Hay productos tales como inhalantes, sprays nasales, chicles y parches con nicotina diseñados para ayudar a disminuir el consumo del cigarro luego de que las molestias por abstinencia comiencen. Según estudios, estos tienen una efectividad de entre 50% y 70%.
Medicamentos: Algunos medicamentos como bupropion y varenicile que son vendidos únicamente con receta de un especialista, han sido bastante exitosos. Estos tienen como objetivo trabajar con los receptores de nicotina en el cerebro, lo que reduce la sensación de abstinencia al momento de dejar el cigarro.
Al ser uno de los hábitos más difíciles de dejar, las recaídas pueden llegar a ser constantes. Sin embargo, esto no es motivo para que el consumidor se sienta desalentado. Además, dejarlo reduce la probabilidad de desarrollar cáncer de pulmón o enfermedades del corazón.