El precio del dólar impacta directamente en insumos tales como maquinaria y sus refacciones, el aluminio y la tecnología. La maquinaria y sus refacciones vienen del extranjero, por lo tanto la compra, el mantenimiento y las herramientas se cotizan en dólares.
Además del aumento del precio en esos insumos, la volatilidad podría impactar en la reducción del gasto público, recordando que la obra pública del gobierno en sus tres niveles es una fuente muy importante del ingreso en la construcción. Si las obras se reducen, será por ese efecto en el sector público y por ende, en el privado.
En el mediano plazo, si esta volatilidad se mantiene y el dólar no baja de $17 como se menciona en algunos círculos, los constructores tendrán que ajustarse al aumento de los insumos de trabajo. Si efectivamente tanto el gobierno como los privados reducen las obras en construcción, entonces el número de empresas con obra disminuirá.
Además, el precio del cemento se ha incrementado 24 por ciento en lo que va del año, por lo que el gasto ha tenido que ser absorbido por la propia industria, y no ha sido trasladado al usuario final, gobiernos y empresas privadas. Por eso la CMIC ve esto como una descapitalización, porque nosotros estamos absorbiendo los costos.
Ante ese panorama la CMIC ha planeado para sus socios aumentar la capacitación para buscar hacer empresas más eficientes y profesionales, y acercar a los proveedores de la industria con los constructores, con eventos tales como la Expo Construcción y las Reuniones Sectoriales, que son eventos anuales en los cuales los servidores públicos presentan su programa de obras.
Adicionalmente, a Cámara ha puesto a disposición de sus agremiados pláticas y videoconferencias gratuitas con temas fiscales, de seguridad y de índole empresarial, además de contar con asesores especializados que pueden prestar sus servicios de manera gratuita a quienes lo soliciten.